Separan la grasa y el aceite que flotan en el agua de desecho removiéndolos
automáticamente para luego ser almacenados en un contenedor alterno. Esta
operación es muy eficiente porque el equipo cuenta con desnatadoras y mamparas que no permiten que el agua pase sin ser tratada. Además cuenta con un calentador que no permite que la grasa se solidifique.